¿Cuántas palabras serán necesarias para destruir las
palabras?
Cada reino, cada poza, cada gota, cada pedazo de aire
Con cada pleito, cada posta, cada bota, cada incienso de
arte
Llaman a vagar, a vagar por las enredaderas
Y es que
No sé
Sólo sé que nada sé
Ser o no ser
He ahí el dilema… ¿o no?
¿Recrear en función de qué?
¿En función de la alegría?
¿En función de la tristeza?
Chispas
Nada más que chispas
Chispas para prender fuego
Chispas para hacer un tremendo incendio
El calor de la chispa
Y la ausencia de la chispa
Ese tiene menos chispa…
Pero la chispa para un silente
¿Cómo es su chispa?
Entonces ahí viene la interacción
La atención de la chispa
-Por supuesto las mujeres!-
Chispa y atención son como pan y mantequilla
De hecho los momentos nacen a partir de esto
Y es en ello donde se transmuta la ley
La ley interior del propio individuo
Que fustiga con su cuerpo lo que lo enciende
Lo que no lo enciende
Y lo que nunca lo volverá a encender
Y lo que nunca lo volverá a encender
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